La primera gran elección que debemos hacer como clientes para elegir el tipo de hipoteca es si la queremos a tipo fijo, variable o mixto. No existe una respuesta correcta a esta pregunta, pues todas las opciones tienen pros y contras… deberemos escoger aquella que se adecúe más a nuestro perfil de riesgo y preferencias.
- Tipo fijo: Si el tipo de interés contratado es fijo no tendremos la incertidumbre de los cambios que pueden darse en los tipos de interés, algo muy importante en operaciones de larga duración como una hipoteca. En este caso, no nos veríamos perjudicados por las posibles subidas ni nos beneficiaríamos de las bajadas que pudieran tener los tipos. En otras palabras, la cuota será siempre la misma a lo largo de la vida del préstamo, destinándose su montante al pago de intereses y capital.
- Tipo variable: Si el tipo es variable, significa que ese tipo de interés se va a ir modificando a lo largo de la vida del préstamo, en las fechas en las que se haya pactado. Evolucionará en función de un índice o tipo que se acuerda como referencia (normalmente el euríbor) y al que, habitualmente, se le suma un margen o diferencial constante.
- Tipo mixto: Son aquellas fórmulas en las que inicialmente el interés es fijo durante los primeros años pero luego será variable.
Como clientes, debemos preguntarnos con qué fórmula nos sentimos más cómodos, cuál es el periodo de tiempo en que esperamos devolver el préstamo y cuál va a ser nuestra previsión de evolución de ingresos y gastos en los próximos años.
Apoyarnos en la previsión de Euribor resulta incierto puesto que no podemos saber que ocurrirá en el futuro. Sin embargo, sí que conocemos qué ocurrió en el pasado y podemos consultarlo.
De lo que sí que debemos ser muy conscientes es del impacto que la evolución del Euríbor puede tener sobre nuestra cuota mensual y, como decíamos antes, ser conscientes de cuánto podremos llegar a asumir en caso de que la cuota aumente.
Por ejemplo, si queremos pedir una hipoteca de 200.000€ donde aportemos el 35% en concepto de ahorro (70.000€) a un tipo variable de 1% + Euribor, como éste último está a 0 tendríamos un tipo de interés del 1% que representa una cuota de unos 500€ mensuales. Sin embargo, si el Euribor subiese al 2% tendríamos un tipo del 3,0%, lo que supondría una cuota alrededor de 660€.
Esta decisión tiene un gran impacto en la cuota de nuestra hipoteca y debemos ser conscientes de ello. Como decíamos al principio, no existe una respuesta correcta a esta pregunta, pues todas las opciones tienen pros y contras… deberemos escoger aquella que se adecúe más a nuestro perfil de riesgo y preferencias.