Uno de los documentos que debe presentar el vendedor en una compraventa de vivienda es el Certificado de Eficiencia Energética. Este además puede servirte para hacerte una idea de si la casa que vas a comprar tiene margen de mejora energética, aumentando su valor, y si tus facturas de luz podrían ser más o menos altas.
Qué es el Certificado de Eficiencia Energética
El Certificado de Eficiencia Energética de la vivienda es un informe oficial que evalúa su eficiencia energética. Es decir, valora si el consumo energético de la vivienda es más o menos eficiente y, por lo tanto, si necesita un mayor o menor gasto en energía. En función de esta evaluación, el técnico clasifica la vivienda en un índice que va desde la “G” siendo esta calificación para las viviendas menos eficientes, y una “A” para las más eficientes.
Este informe tiene una vigencia de 10 años. Una vez lo obtenemos, podremos tramitar la etiqueta de eficiencia energética, que es obligatorio presentar tanto cuando vendemos una vivienda, como cuando la alquilamos.
¿Cómo se hace el Certificado de Eficiencia Energética?
Si vas a vender o alquilar una vivienda y el Certificado de Eficiencia Energética tiene más de 10 años de antigüedad, tendrás que tramitarlo de nuevo. Para ello tendrás que contratar los servicios de un arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero de edificación, ingeniero industrial o ingeniero técnico industrial.
El técnico contratado visitará la vivienda para evaluarla siguiendo unos parámetros ya definidos. Tendrá en cuenta factores como:
- Los materiales de construcción: Como por ejemplo de ventanas y puertas, ya que estos influyen enormemente en el aislamiento térmico de la vivienda.
- Los sistemas de refrigeración y calefacción.
- La ubicación de la vivienda, también dentro del edificio: Y es que, también es determinante, por ejemplo, la superficie de fachada que ocupa.
- La orientación: Esta, unida a los materiales de construcción, determinará mucho la eficiencia energética de la vivienda, ya que influye tanto a nivel térmico, por la incidencia solar, como en cuanto al gasto en iluminación. No gastaremos la misma cantidad de luz en una vivienda en la que hay luz natural 8 horas al día que en una en la que sólo entra el sol 2 horas al día.
Teniendo en cuenta todos estos parámetros, el técnico hará un cálculo simplificado y le dará una calificación energética al inmueble, de la “A” a la “G”.
Solicitar la etiqueta de eficiencia energética
La Etiqueta de Eficiencia Energética se puede solicitar en las administraciones autonómicas. Tendremos que hacer la inscripción en el registro, presentando el informe, y la institución emitirá la etiqueta energética.
Si hace menos de 10 años que se tramitó pero has perdido el documento, puedes encontrar un duplicado en el buscador de certificados de eficiencia energética de edificios de tu Comunidad Autónoma.
Mejorar la eficiencia energética de la vivienda
Si vas a comprar una vivienda con una baja eficiencia energética puedes negociar el precio. Pero, lo más atractivo de estas viviendas es que pueden tener un alto margen de mejora si hacemos reformas, lo que se puede traducir en un mayor rendimiento si después las vendemos o alquilamos.
Hay reformas que no son especialmente caras, como cambiar las ventanas o la caldera, y que pueden revalorizar nuestro piso. Lo importante en estos casos es evaluar, por un lado, lo que nos cuesta, y por el otro, la incidencia que puede tener en el piso.
Según los datos del II Observatorio UCI, Unión de Créditos Inmobiliarios sobre Vivienda y Sostenibilidad, el 77,8% de los compradores tienen en cuenta la sostenibilidad en el proceso de compra. El 76,8% estarían dispuestos a pagar hasta un 6,96% más por estas viviendas.
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