Vivir en una vivienda unifamiliar es muy diferente a vivir en un piso. Cada opción tiene sus pros y sus contras. Eso sí, en lo que se refiere a la hipoteca, no hay tanta diferencia, aunque hay cosas que tenemos que tener en cuenta.
Qué es una vivienda unifamiliar
Una vivienda unifamiliar es un edificio diseñado para ser ocupado por una única familia, en vez de haber varios copropietarios como en el caso de los edificios de pisos. Además, el propietario de la vivienda es propietario enteramente del terreno, cosa que tampoco ocurre en los edificios plurifamiliares.
Son además viviendas que, aunque en algunos casos como ocurre con los adosados, comparten paredes estructurales con otra vivienda colindante, están siempre separadas de cualquier otra vivienda del suelo al techo.
Esta separación respecto a otras hace que, incluso siendo viviendas adosadas, cada una tenga sus sistemas y servicios públicos independientes. Cada vivienda unifamiliar tiene su propia calefacción, agua y electricidad. También tienen su propio acceso directo e independiente desde la calle.
Tipos de vivienda unifamiliar
Vivienda unifamiliar aislada
Estas son las casas completamente independientes, que no tienen ningún contacto con otras viviendas, con, por ejemplo, paredes comunes.
Un ejemplo de vivienda unifamiliar aislada sería un chalet.
Vivienda unifamiliar pareada
Estas son las casas que comparten uno de los muros con otra casa, pero tienen el resto de lados libres.
Vivienda unifamiliar adosada o en hilera
Este tipo de viviendas se construyen en fila y comparten las paredes de ambos lados con las casas contiguas.
Este tipo de casas unifamiliares suelen formar parte de una comunidad de vecinos que comparte espacios comunes, como pueden ser una piscina o un parque infantil, pero siguen teniendo su independencia en cuanto a entrada y suministros.
Vivir en una vivienda unifamiliar, pros y contras
Las ventajas
Sin duda una de las cosas que más valoran quienes optan por una casa unifamiliar es la privacidad que esta ofrece.
Otra de las grandes ventajas es la de tener en muchos casos tu propio jardín, o incluso tu propia piscina o garaje.
Y, algo muy valorado también es que, para hacer reformas en una vivienda unifamiliar, no necesitarás pedir el permiso de la comunidad de propietarios, como sí ocurre en los edificios de viviendas. Solo tendrás que tramitar los permisos de obra correspondientes.
Las desventajas
Sin ninguna duda una de las mayores desventajas de vivir en este tipo de viviendas, y por la que muchas personas no pueden permitírselo, es que es más caro. Ya no solo a la hora de comprar la vivienda, sino también a nivel de mantenimiento y suministros. Porque, por ejemplo, si en un edificio hay que arreglar una fachada, se pagaría entre todos los vecinos. Pero si esta situación se da en una vivienda unifamiliar, el propietario tendrá que hacer frente a todo el gasto. En lo que a suministros se refiere una opción cada vez más popular es la instalación de sistemas de aerotermia y placas solares, pero en el caso por ejemplo de las placas solares, hay características de la vivienda que pueden hacer que esta opción no sea rentable, como la orientación.
Otra desventaja de las viviendas unifamiliares es que son más vulnerables, así que los propietarios necesitan invertir más en sistemas de seguridad.
Pedir una hipoteca para una vivienda unifamiliar
Los requisitos
Los requisitos para solicitar una hipoteca para comprar una casa unifamiliar son por norma general los mismos que para una hipoteca para un piso:
- Tener estabilidad laboral: Un año de contrato indefinido o 3 años en activo como autónomo/a.
- Ahorros: Aportar el ahorro necesario para la entrada y los gastos (ITP/IVA, notaría y tasación).
- Ratio de endeudamiento: Que la cuota de tu hipoteca, sumada a cualquier otro gasto que tengas, no supere el 35% de tus ingresos netos mensuales.
- Edad: Que el plazo de amortización, sumado a la edad del mayor de los titulares, no supere los 75 años.
Con esto nos referimos a comprar una casa ya construida. Si lo que quieres es pedir una hipoteca para construir tu propia casa, hablamos de una hipoteca autopromoción. Este producto financiero es muy diferente y tenemos un artículo completo dedicado a explicarlo.
Cosas a tener en cuenta
Las casas en pueblos
Si la vivienda se encuentra en una población rural muy pequeña, puede que el banco no te ofrezca tanta financiación, ya que supone un mayor riesgo. Si al final se produjese un impago, sería mucho más complicado vender la vivienda y por tanto, recuperar el capital financiado.
Las bonificaciones en el ITP
En cambio, un punto a favor de comprar una vivienda, sea unifamiliar o no, en una zona rural es que en algunas comunidades autónomas hay tipos reducidos del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales para compras en zonas en riesgo de despoblación.
El terreno
Para conseguir una hipoteca, la vivienda debe estar en terreno urbanizable. Si es terreno rústico, el banco no financiará la compra, y lo mismo ocurre con la construcción en el caso de las hipotecas autopromoción.
La tasación
El precio de la tasación de una vivienda unifamiliar será más elevado que la de un piso, porque el tiempo requerido para valorarla es mucho más elevado. Este punto es importante porque este gasto lo asume el comprador así que tienes que tenerlo en cuenta.