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¿Qué pasa con mi hipoteca en caso de divorcio?

Qué pasa con mi hipoteca en caso de divorcio

Cuando una pareja de casados solicita un préstamo hipotecario, lo más común es que decidan firmar a nombre de los dos para dividirse los pagos de las mensualidades.

Por lo tanto, cuando ocurre un divorcio, las personas suelen preguntarse qué pueden hacer en este caso.

Sin duda, es algo que puede afectar a los pagos de la hipoteca que ya han contratado y se ven en la necesidad de hacer cambios en las condiciones de la misma.

No se trata de un problema que no tenga solución, pero sí que hay que escoger la alternativa que mejor les convenga si ya se han divorciado.

Así que, si te estás preguntando qué pasa con mi hipoteca en caso de divorcio, nosotros te aclararemos las dudas que tengas y te aconsejaremos sobre las mejores alternativas a seguir.

¿Qué sucede luego de un divorcio si la pareja tenía una hipoteca?

Cuando dos personas que se encuentran a cargo de los pagos de una hipoteca se divorcian, la entidad bancaria no realiza ningún tipo de cambio por sí sola.

De hecho, al banco en realidad no le importa que hayan sido una pareja casada y que ahora están pasando por un divorcio.

Sin importar cuál sea el caso, las personas cuyos nombres aparecen en el contrato se encuentran en la obligación de seguir pagando las cuotas mensuales.

Por lo tanto, el hecho de que hayan decidido divorciarse, no les resta o les quita la obligación de continuar realizando los pagos de la hipoteca que han contratado juntos.

Así que, sin importar que ya no estén juntos, deberán seguir pagando ante la entidad el dinero correspondiente al monto mensual.

Claro está, es entendible que alguna de las dos personas ya no se encuentre interesada en seguir pagando la vivienda en la que ya no va a residir.

Es por ello que, en este tipo de situaciones, se suele recomendar que se realice una novación en la hipoteca.

¿Cómo funciona la novación de hipoteca en caso de divorcio?

La novación se solicita cuando la persona que contrató la hipoteca necesita cambiar alguna de las condiciones que quedaron plasmadas en el contrato en un primer momento.

Es decir, en este caso, se solicitaría este proceso para retirar a uno de los pagadores del contrato en cuestión.

De esa manera, alguno de los dos se libraría de esta obligación.

Por supuesto, es algo que suele hacer aquella persona que ya no va a vivir en la vivienda por la que iniciaron la hipoteca y quiere despedirse de este gasto que ya sería inútil para ella.

Claro está, ante cualquier motivo por el que solicites una novación, debes tener en cuenta que existen algunos gastos con los que deberás acarrear.

Por lo tanto, debes tener en cuenta que deberás pagar las comisiones de la novación y también realizar una nueva tasación de la vivienda.

El costo de este tipo de gastos implícitos puede variar, pero podrías terminar pagando entre 300 y 400 euros por realizar la novación en el contrato de la hipoteca.

¿Existen otras alternativas para solucionar estos casos?

Ahora bien, debes tener en consideración que esta no es la única opción con la que cuentas para solucionar una situación de este estilo.

Así que, si tú y tu expareja desean explorar otras opciones que les resulten mejores, a continuación, te explicaremos otras alternativas que también son bastante factibles:

1. Vender la propiedad

Sin duda, una de las opciones con las que ambas personas pueden salir ganando es vender el inmueble en cuestión.

En este caso, deberán utilizar el dinero obtenido con la venta de la vivienda para pagar lo que falta de la hipoteca y, el dinero restante, sería dividido de forma igualitaria entre las dos personas.

Esta es una de las opciones más factibles para aquellas parejas que se han divorciado, pero desean llegar a una resolución que les beneficie a ambos.

2. Comprar el 50% de la vivienda de la otra persona

Otra de las opciones tiene que ver con realizar la compra del 50% de la vivienda.

De esa manera, la persona que desee quedarse con la casa podrá hacerlo sin ningún tipo de problema.

Claro está, para estos casos, se necesita tener una gran suma de dinero, en especial si aún falta mucho por pagar de la deuda de la hipoteca. En estos casos, se puede solicitar ese dinero a otra entidad y realizar una extinción de condominio.

No obstante, sigue siendo una alternativa a la que recurren muchas personas dentro de España.

3. Llegar a un acuerdo mutuo

Ahora bien, si tú y tu expareja se han divorciado, pero han quedado en buenos términos el uno con el otro, siempre existe la posibilidad de llegar a un acuerdo mutuo de forma personal.

En estos casos, la idea es llegar a una resolución interna que no implique realizar más trámites bancarios o legales.

Claro está, lo importante es decidir cómo se seguirán repartiendo las cuotas mensuales de la hipoteca y quién se va a quedar viviendo en la casa.

4. Dejar en manos de un juez la resolución

En caso de que la situación entre ambas personas no haya quedado bien, siempre cuentan con la posibilidad de dejar en las manos de un juez la resolución del problema.

En vista de que están bajo un trámite de divorcio, de igual forma podrán sacar a colación el tema durante el juzgado.

De esa manera, se dejaría la decisión sobre qué hacer en manos de un tercero que será imparcial ante el caso.

Por lo tanto, queda de parte del juez decidir quién se va a quedar con la vivienda, para que sea esa persona la que continúe con los pagos del crédito hipotecario.

En este tipo de caso, el juez suele tomar en consideración las necesidades y la situación económica actual de ambas personas involucradas para así tomar la decisión que resulte más justa.

5. Realizar una extinción de condominio de vivienda

Para finalizar, como una última opción que ambos pueden tomar en consideración, está la de hacer una extinción de condominio de vivienda.

Se trata de un proceso legal mediante el cual una de las personas cede su parte de la vivienda a la otra o llegan a un acuerdo económico, logrando así que se quede con la casa y también con la obligación de completar el pago de la hipoteca.

Esta es una de las elecciones más acertadas, ya que resulta mucho más económica de asumir en cuanto a los gastos asociados a este trámite.

Claro está, si se da un caso así, de igual forma deberás realizar una novación de la hipoteca.

Ya que, la entidad bancaria debe estar al tanto de quién será la persona sobre la que recaerá de forma única la obligación de pagar las cuotas mensuales.

No obstante, es una forma sensata de ceder lo que te correspondería de la vivienda a la persona que más lo necesite luego del divorcio, sin necesidad de tener que recurrir a un juzgado para pelear por el inmueble.

Alternativas para solucionar estos casos
Alternativas para solucionar estos casos

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