Junto con la falta de ahorro, el ratio de endeudamiento es sin duda uno de los motivos más habituales por los que pueden rechazarte una hipoteca. Y es que, muchas personas no son conscientes de todos los créditos que tienen contratados, y se encuentran con una sorpresa en el proceso hipotecario. Veamos entonces qué es el ratio de endeudamiento y qué tienes que tener en cuenta para calcularlo.
¿Qué es el ratio de endeudamiento?
El ratio de endeudamiento, también conocido como ratio de esfuerzo, es la métrica que indica el porcentaje de tus ingresos netos que se destina al pago de deudas. Al pedir una hipoteca, las entidades bancarias lo utilizan para evaluar tu capacidad de endeudamiento, es decir, qué cuota de hipoteca mensual te puedes permitir sin que esta ponga en riesgo tu estabilidad financiera.
El ratio de endeudamiento recomendado por el Banco de España es del 35%, aunque algunas entidades pueden llegar hasta el 40%. Pero más adelante veremos más en profundidad cómo se calcula el ratio de endeudamiento.
¿Cómo se calcula el ratio de endeudamiento?
Veamos los pasos a seguir:
1. Revisar las deudas que tienes
Para calcular el ratio de endeudamiento lo primero y más importante es asegurarte de que conoces todos los préstamos que tienes. Todos tenemos claro que, cuando por ejemplo pedimos un préstamo personal al banco para el coche, tenemos un préstamo. Pero no lo somos tanto cuando, por ejemplo, compramos una nevera a plazos en una empresa de gran consumo, como puede ser Mediamarkt. Eso, aunque sea en 3 plazos, también es un préstamo.
Una vez tienes claro todos los préstamos que tienes, debes sumar las cuotas mensuales de todos ellos.
2. Calcular tu ratio de endeudamiento
Para calcularlo, suma todos tus ingresos netos, excluyendo pensiones, como una pensión alimenticia, y ayudas. Multiplica tus ingresos netos por 0,35. El resultado es lo máximo, en euros, que puedes pagar al mes por tus deudas según las recomendaciones del Banco de España que siguen todas las entidades bancarias.
3. Calcula la cuota de hipoteca que puedes permitirte
Una vez tienes calculado lo que pagas al mes por otras deudas, y lo que puedes pagar como máximo al mes en deudas en función de tus ingresos, ya puedes calcular la cuota máxima de hipoteca que puedes permitirte. Solo tienes que restar al máximo que puedes destinar en deudas, lo que ya tienes como deudas. El resultado es tu cuota de hipoteca.
La fórmula de cálculo resumida sería así:
(Ingresos x 0,35) – deudas pendientes = cuota de hipoteca que puedes asumir
El “0,35” es el ratio de endeudamiento.
Pongamos un ejemplo práctico:
Yolanda cobra 2.500€ al mes, después de impuestos. Por lo tanto, cogiendo como referencia el ratio de endeudamiento recomendado (35%) Yolanda como máximo puede permitirse pagar en deudas 875€ (2.500×0,35).
Pero, Yolanda pidió un préstamo para comprar su coche, por el que paga 150€ al mes. Y compró una lavadora a plazos, por la que paga 50€ al mes. Por tanto, para calcular la cuota máxima de hipoteca que puede permitirse, Yolanda hace el siguiente cálculo:
875€ – 150€ – 50€: 675€.
Yolanda como máximo puede permitirse una cuota de hipoteca de 675€ al mes.
¿Por qué es importante el ratio de endeudamiento?
Desde la aprobación de la Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario, las entidades bancarias son más rigurosas que nunca revisando los perfiles de los contratantes de hipoteca y reduciendo lo máximo posible el riesgo. Por eso el ratio de endeudamiento se ha convertido en una métrica esencial, tanto en la aprobación de una operación, como en las condiciones que te ofrecerán.
Determina la viabilidad de tu hipoteca
Si superas el ratio de endeudamiento del 35% recomendado por el Banco de España es muy probable que los bancos te denieguen la hipoteca. A algunos perfiles, especialmente sin son compras con dos titulares, los bancos pueden llegar a permitirles hasta un 40% de ratio de endeudamiento, pero son casos poco habituales.
Definirá tus condiciones de hipoteca
Tener un ratio de endeudamiento saludable hará que los bancos te ofrezcan mejores condiciones. Tanto un tipo de interés más bajo hasta menos bonificaciones.
Piensa que las bonificaciones a menudo están destinadas para aumentar la seguridad de la operación. Con perfiles más arriesgados, por ejemplo, el seguro de vida o un seguro de impago puede dar más seguridad al banco de que, si ocurre algo, no se producirá un impago. Pero, cuando el perfil tiene mucha estabilidad o la hipoteca no representa un gran porcentaje de sus ingresos, el riesgo desciende y las condiciones mejoran, incluso con un tipo sin bonificar.
Te dará estabilidad financiera
Lo más importante de todo es que el ratio de endeudamiento te da seguridad a ti. Y es que, si nos sobreendeudamos, no tenemos margen para ahorrar y hacer frente a gastos imprevistos, cosa que sí conseguimos con un ratio de endeudamiento saludable.
Esta de hecho es actualmente la gran problemática del alquiler en España; muchas veces las rentas suponen incluso más del 50% de los ingresos de los inquilinos. En cambio, con una hipoteca, el propio banco se asegurará de que no superes tu capacidad de endeudamiento.
 
															 
                               
                               
                               
															