Si contratamos una hipoteca al 80% y tenemos un perfil estable, no será necesario un aval hipotecario. Pero, el avalista hipotecario es una figura favorable para conseguir hipotecas con un porcentaje de financiación superior al 80%, e imprescindible si queremos una hipoteca 100%. Y es que, esta figura hace que tu perfil sea más seguro.
¿Qué es un aval para hipoteca?
El objetivo de un aval es actuar como una garantía. Es decir, el avalista hipotecario debe estar dispuesto a saldar la deuda hipotecaria en nombre del titular de la hipoteca si este no puede pagarla.
En caso de producirse un impago, primero se iniciaría el proceso de ejecución hipotecaria contra el titular de la hipoteca. Si en 12 meses este no llegase a término, entonces se reclamaría la deuda al aval hipotecario.
El aval para hipoteca permite al banco tener la seguridad de recuperar el capital prestado en caso de impago. Por eso es un requisito que se exige para financiaciones al 100%, que conllevan un mayor riesgo para la entidad.
La doble garantía
Otro tipo de aval hipotecario puede ser el conocido como “doble garantía”. Este consiste en aportar una segunda vivienda como garantía, bien sea de tu propiedad, bien de otra persona. En el caso de la doble garantía, en caso de impago, se embargarían las dos viviendas, pero el aval no respondería con otros bienes, como su nómina.
Requisitos para ser aval en una hipoteca
Los requisitos para ser avalista hipotecario son los siguientes:
- Ser mayor de edad.
- Demostrar solvencia económica: Debes tener la capacidad financiera para respaldar el préstamo que garantizas, lo que implica contar con ingresos suficientes para cumplir con la deuda.
- Tener ingresos estables: Además de ser solvente, es crucial demostrar estabilidad financiera al banco. Tener un trabajo estable y, si tienes más fuentes de ingresos, como rentas, mejor.
- Que las otras deudas, sumada a la cuota de la hipoteca que avala, no superen el 35% de sus ingresos. Por ejemplo, si el avalista hipotecario tiene otra hipoteca, la cuota de la misma, sumada a la hipoteca que avala, no puede superar el 35% de sus ingresos netos.
En la doble garantía
En el caso de la doble garantía, se tasarán las dos viviendas; la que compras y la que se aporta como garantía. Sobre la suma de ambos valores de tasación se calculará el nominal de la hipoteca.
La vivienda que sirve como garantía tiene que estar libre de cargas. Por ejemplo, no puede haber una hipoteca que pese sobre la misma.
¿Es posible solicitar el aval del Gobierno para la hipoteca?
En 2024 el Gobierno anunció una nueva línea de avales ICO. Estos préstamos van dirigidos a jóvenes y familias con ingresos de hasta 37.800 euros anuales y facilitarán la compra de unas 50.000 viviendas hasta el 31 de diciembre de 2025.
Sin embargo, como te explicamos en este artículo, este tipo de avales hipotecarios son muy difíciles de conseguir. Y es que, hay alrededor de 2 millones de personas que cumplen los requisitos, pero sólo se avalará la compra de 50.000 viviendas, lo que deja a gran parte de los interesados fuera de estas ayudas. Además, no se ha definido aún la prioridad a la hora de otorgar los avales ICO, si será por fecha de solicitud o por otros requisitos.
Si bien sí se han definido los requisitos para pedir los préstamos ICO, se desconoce si habrá un precio máximo de las viviendas. Si este fuese el caso, es posible que las grandes ciudades quedasen fuera de los avales ICO, ya que los precios de la vivienda en estas zonas son elevados.
En Trioteca no gestionamos avales ICO.
Hipoteca sin aval
Si tienes ahorros y una situación laboral estable, puedes pedir una hipoteca sin aval. De hecho, esto es lo más habitual. Y es que, pedir una hipoteca al 100% no es recomendable, porque el tipo de interés que te ofrecerán las entidades será más alto.
¿Y qué pasa si pediste una hipoteca con aval y ahora quieres retirarlo? En ese caso, puedes hacer un cambio de hipoteca. Sin embargo, es importante que hayas amortizado al menos un 20% del préstamo hipotecario para poder solicitar la hipoteca al 80% para poder eliminar el aval.
Las opciones para pasar de una hipoteca con aval a una sin aval son la novación y la subrogación hipotecaria, así como el cambio de hipoteca. Pero de entre ellas, la que te ofrecerá mejores condiciones y más posibilidades entre las que elegir será siempre el cambio de hipoteca.